21.8.06

Primero la unidad

Ya tenemos candidato unitario,
el primer paso para la victoria de quienes queremos un nuevo país,
una Venezuela de paz, de empleo, de seguridad,
una Venezuela de los venezolanos, en definitiva, un país de justicia.

Lo que hemos logrado es un ejemplo de unidad y de cohesión,

es una manifestación de fuerza y de voluntad.
Hemos sido capaces de echar los intereses personales a un lado,
y de poner Primero a Venezuela.

Señor candidato, y próximo presidente de todos los venezolanos, Manuel Rosales,
mis más sinceras felicitaciones, mi más caluroso abrazo,
y todo mi apoyo para esta batalla que apenas comienza
y de la que esperamos salir victoriosos quienes verdaderamente amamos a este país.

Declinar mi candidatura no es un sacrificio, es mi responsabilidad como venezolano
que respeta y quiere entregarle al país su mejor esfuerzo.
De ahora en adelante ofrezco mi trabajo, mi empeño y mi corazón a la candidatura unitaria,
con la misma fuerza como si se tratara de la mía propia.

Hoy no deben existir protagonistas, deben existir voluntades, intenciones, compromisos,
anhelos y esfuerzos. Se trata de escoger entre dos Venezuelas diferentes, de elegir entre el progreso y el retraso, se trata de escoger entre la libertad y un país de miedo.

Mucho escepticismo existe entre la gente, será difícil recuperar el país, pero nada seríamos si no lo intentamos. Durante este tiempo de lucha hemos aprendido a conquistar las oportunidades y aferrarnos a ellas con pasión. Todo este camino recorrido nos conduce a ir unidos hacia el triunfo, encontrarnos en la unidad, encontrarnos en Miraflores.

Por primera vez el triunfo es un compromiso de todos, no de colores políticos o intereses partidistas. La cohesión que hemos logrado será la clave para la reconstrucción del país, tarea difícil, pero también urgente.

Es necesario desechar la concepción de presidentes a medias, que representan solo a una parte del país. Es indispensable un presidente para todos los venezolanos, sin importar quienes hayan votado o no por él. Ese es un tema que luego de la elección es pasado y no debe interesar a nadie, el sufragio es secreto y vivir en democracia se trata de eso: la igualdad de condiciones para todos, la vida en democracia se basa en la justicia.

Podemos decir que ahora tenemos un nuevo país, unido, como siempre hemos debido ser, con maracuchos y gochos, caraqueños y orientales, curas e ingenieros, buhoneros y médicos, desempleados y soldados, descreídos y optimistas, un país de verdad, diverso, pero sobre todo unido. Venezuela espera por los cambios ofrecidos hace ocho años, y llora por los impuestos durante ese mismo tiempo. Seremos nosotros, todos juntos como unidad nacional, quienes le devolvamos la sonrisa al país. Primero Venezuela.


Copyright ©2006 Jovenes con Julio Borges
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