22.10.07

Hospital de Clínicas Caracas

Esta semana Dios nos dio la bendición y finalmente Daniela y yo metimos un jonrón con bases llenas: tuvimos 3 niños y una niña.

Esta experiencia me hizo reflexionar sobre el debate de la salud en Venezuela. Lo quiero resumir en una frase: seguridad social para todos por igual.

No hay ninguna razón para que un país petrolero como Venezuela no pueda darle a cada venezolano la oportunidad a salud de calidad. Preventiva y curativa.

Si se repartiera entre TODAS las familias venezolanas por igual lo que el presidente Chávez ha regalado a otros países, todos los venezolanos podrían tener acceso a un seguro médico en la clínica que quieran, con los médicos que quieran y la dignidad que merecen.

No me cabe en la cabeza cómo el Gobierno, que no ha podido mantener Barrio Adentro I y que no ha podido dignificar a los médicos, ni modernizar los hospitales y que además paga seguro privado al 80% de los empleados públicos, se le pase por la cabeza intervenir las clínicas privadas.

Le digo al Gobierno: la solución es construir, no destruir.

Si las ganancias del petróleo se invirtieran en la salud, pensiones y educación de calidad del pueblo, todos los venezolanos por igual, podrían ejercer el derecho de disfrutar un centro como el Hospital de Clínicas Caracas, al cual aprovecho agradecer la calidad humana, técnica y profesional de todos sus empleados, obreros, médicos, y enfermeras.

Mi experiencia no se limitó al trato médico profesional, sino a la calidad humana de las enfermeras y médicos que están entregados a la lucha por la vida. Nuestros 4 niños están en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos, atendidos las 24 horas del día en todos y cada una de sus necesidades con cariño y profesionalidad que envidiaría cualquier país del mundo.

Por eso, cuando escuché al Presidente llamar mercenarios a los médicos, sentí que era una ofensa repulsiva contra quienes se han entregado a defender la dignidad de la vida humana.

Por cierto, muchísimos jerarcas del Gobierno han pasado por Clínicas Caracas. El doble discurso mata: las clínicas para los caciques del Gobierno y la salud chimba para los pobres. La misma película de siempre. Yo creo en otra Venezuela: utilicemos parte del ingreso petrolero para terminar de financiar un sistema de seguridad social de primera. No de cuarta o de quinta.


Copyright ©2007 Julio Borges
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