El bolsillo no aguanta

Alerto que Venezuela pudiera estar entrando en un proceso hiperinflacionario

A riesgo de ser acusado de escandaloso y tremendista, alerto que Venezuela pudiera estar entrando a un proceso hiperinflacionario. A partir del mes de noviembre del año pasado, impulsada por la puesta en práctica del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), la inflación mensual en nuestro país viene presentando niveles verdaderamente alarmantes. En noviembre la inflación alcanzó 4,4%, para diciembre 3,3% y en enero se espera una cifra que pudiera llegar hasta el 6%. A pesar que la definición de hiperinflación no es precisa, hay varios parámetros de fiebre que indican que nuestro país está contrayendo esta peligrosísima enfermedad: proceso inflacionario creciente, fuera de control; índices mensuales elevados de inflación. Mientras tanto, el recién nombrado ministro de Finanzas, Rafael Isea, se limitó a confirmar que su meta de inflación para el año 2008 sería de 11%, sin presentar hasta ahora un plan o al menos iniciativas plausibles que permitan señalar la intención del Gobierno de combatir este flagelo.

Para muestra un botón. El Gobierno se sabe atrapado por el alto costo de la vida y lo admite sin tomar las medidas que venzan esta enfermedad: En días pasados, el Presidente anunció con bombos y platillos que en vez de 3 años, había ordenado que se extendiera el plazo a 20 años para los productores del agro venezolano, a una tasa fija de 15%. Con esta medida, reconoce el Gobierno, de un solo golpe; que la tasa de inflación se mantendrá alta, con lo cual obliga al productor a asumir un costo que inevitablemente tendrá que trasladar a los consumidores.

Nuestra economía está tan mal dirigida que, Petróleos de Venezuela, en vez de ocuparse de producir y refinar petróleo, anuncia la creación de PDV Alimentos, creada para surtir de los alimentos básicos a la población venezolana. Sin haber realizado un diagnóstico para establecer las verdaderas causas de la escasez en Venezuela, el Gobierno crea otro ente para entrar en el festín de las importaciones que también trae como consecuencia alto costo de la vida.

No hay misterios para vencer el alto costo de la vida: reglas de juego claras, seguridad jurídica para los inversionistas, promover la producción privada nacional de alimentos, usar a Pdvsa para producir y sembrar mucho petróleo para el futuro de todos, especialmente para los más pobres.

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