Podemos dividir nuestra historia en la Venezuela indígena, la colonial y la republicana. En términos contemporáneos, existe una división más precisa y estructural: la Venezuela Pre-petrolera, la Petrolera y la Post-petrolera. ¿En cuál de ellas estamos ahora?
Debemos debatir sobre el papel del sector petrolero dentro de la economía, el Estado y la sociedad, de cara al futuro. Ese debate lo está dando Primero Justicia a través de la Venezuela de la Justicia, nuestro plan o mapa para construir entre todos.
Luego de la nacionalización petrolera, los venezolanos no hemos llegado a un consenso sobre nuestra visión como país productor y exportador.Previo a la nacionalización, existía una visión clara: “sembrar el petróleo” y “el petróleo es nuestro”. Pero en la post-nacionalización, el debate ha tambaleado entre una visión “rentista” de baja producción y altos precios (visión de la administración actual),o una “productiva” de alta producción y bajos precios.
Ahora ha surgido una tercera vía: la “maximización del valor” de nuestra industria. Esta estrategia se fundamenta en ajustes de producción para el logro de precios moderados.
Es preciso determinar la estrategia del Estado con este importante sector. Esto debe pasar por la aceptación de que el sector petrolero no puede desempeñar el mismo papel que históricamente ha tenido. Las cifras fiscales son elocuentes.
Para 2002, los ingresos petroleros fueron de 388 US$ por venezolano,lo cual financió parcialmente el gasto de 950 US$ per capita. Esta cifra no se compara con el gasto en España, 3.200 US$ por persona, o incluso de Noruega, 6.200 US$. Es claro que ni duplicando la producción petrolera,ni pretendiendo precios de 40 US$ por barril, puede Venezuela sólo con petróleo financiar la educación, la salud, o el sistema de pensiones. El petróleo es importante, qué duda cabe, pero sólo con él no saldremos de la severa crisis que padecemos. La clave está en profundizar en áreas intensivas en la generación de empleo, como el turismo y los servicios conexos. Esto implica invertir en la gente,en su educación,preparación y calidad de vida.
Para el máximo aprovechamiento de nuestra riqueza petrolera, el Estado no puede solo.Hoy día, incluyendo el petróleo extra-pesado de la faja del Orinoco, existen cerca de 14 mil barriles de petróleo por habitante en el subsuelo venezolano.Venezuela sólo produce una cifra anual cercana a los 50 barriles por habitante. Para aprovechar aún más nuestra riqueza,es necesario invitar a inversionistas nacionales y extranjeros para así potenciar la producción y no dejar ese petróleo bajo la tierra. Esta inversión no estatal tiene un efecto muy positivo en la economía, y permite generar empleo y cultivar nuevas tecnologías.
Ser sinceros como sociedad nos lleva a entender que la Venezuela post-petrolera comenzó hace ya 20 años. Pero el liderazgo venezolano (político y no político) no ha podido construir un clima de unidad y paz para que existan la mayores garantías,y Venezuela sea un país confiable para los inversionistas locales y foráneos, para que creen empleos, paguen impuestos y se pueda mantener una red de servicios de educación,salud,etc.,que garanticen la igualdad de oportunidades que queremos construir a través de la Venezuela de la Justicia.
http://www.talcualdigital.com/Especiales/Petorleo_4a.asp
Copyright ©2007 Jovenes con Julio Borges
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