15.12.08

Somos una alternativa democrática



Julio Borges, apuntó que la incorporación
del líder estudiantil Yon Goicochea
compromete más a esa organización con el país


Es necesario construir un nuevo discurso para los nuevos actores sociales, profesionales y políticos que se han levantado conociendo a Chávez como la única realidad política y que a veces se han visto presionados a elegir entre dos males, uno del pasado y otro del presente. Una generación que oscila entre los 18 y los 35 años que ha pasado los últimos 16 años de su vida con Chávez navegando amenazadoramente sobre su horizonte, pero que tampoco se siente identificada con el discurso de la oposición.
Así que hay que comenzar – como lo expresara Julio Borges, alejándonos del término “oposición” que suena a cosa caprichosa, y expresar que en realidad somos “una alternativa democrática”, basada principalmente en el respeto irrestricto al pensamiento ajeno y el rechazo a cualquier pacto pragmático que incluya al pasado corrupto que dio origen a Chávez y que no debe por ninguna razón volver a ser parte del futuro de nuestra generación.
Ha sido incalculable el daño ocasionado a la república, a la democracia y a la moral pública por esos actores políticos de los últimos veinte años de la democracia, que olvidaron sus responsabilidades con el pueblo, ocupados en enriquecerse creando una clase política que el pueblo despreció lanzándose en los brazos de Chávez que le prometió meterlos a la cárcel y al final terminó con otro gobierno corrupto más, pero que sigue aglutinado el fervor popular porque no existe en el medio político real una alternativa confiable. Por eso nuestra propuesta de ser para ese pueblo esperanzado chavistas y no chavistas, una nueva alternativa democrática, con sangre joven, no contaminada por la tentación del enriquecimiento fácil, por la vía de la corrupción y que obedezca a los principios éticos y morales que conviertan la política en lo que es en el fondo, un apostolado civil.
Y esta alternativa democrática se fija como meta derrotar el clientelismo político que degrada la moral de nuestro pueblo. Es por el convencimiento y por la demostración de nuestra sinceridad y decencia política, como vamos a lograr su preferencia. Los líderes que surjan de los barrios motivados por la necesidad de lograr bienestar para sus vecinos, tienen que integrarse a esta joven visión para impedir ser absorbidos por los intereses creados en torno al presupuesto de la nación.

Copyright ©2008 Julio Borges
Todos los Derechos Reservados.

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