12.3.10

¿Quieres techo propio?

¿Quieres techo propio?
Uno de los peores dramas que sufren los venezolanos es la vivienda, la posibilidad de tener un techo propio con las condiciones necesarias para vivir dignamente.
Cada familia tiene derecho a vivir en un hogar propio, independiente.
Actualmente, el déficit total de vivienda es de unas 2 millones de unidades y cada año se forman unas 100 mil familias nuevas.
Tal como lo reconoció el Gobierno hace unos meses, esto quiere decir que en el país tienen que construirse unas 300 mil viviendas cada año para que en los próximos 10 años se pudiera cubrir el déficit habitacional.
Pero la realidad es que ese es el número total de viviendas construidas en estos 11 años de Gobierno.
Lo que necesitaríamos anualmente, este Gobierno apenas lo superó en 11 años.
Según cifras oficiales, entre 1999 y 2008 el promedio de construcción de viviendas por parte del Gobierno fue algo menos de 29 mil viviendas por año, y en el 2009, luego que prometieron construir 150 mil, lo finalmente entregado solo alcanzo a unas 30 mil viviendas.
Por eso seguimos impulsando nuestra propuesta “Vivienda para Todos”, contempla el otorgamiento de subsidios directos a las familias más humildes que sean combinados con créditos financieros a largo plazo, con tasas de interés preferenciales y de acuerdo a la capacidad de cada familia, que permita asegurar la inicial de la vivienda, y la familia pueda dignamente terminar de pagarla en 20, 25 o 30 años. Este ha sido un programa exitoso en Chile, Brasil, Colombia, México. Solo como referencia, en México se están construyendo un millón de viviendas por año, un país que tiene unas 4 veces nuestra población.
Pero esto requiere que los venezolanos sean verdaderos dueños de sus viviendas y de las tierras donde están construidas.
Justicia es tener la oportunidad de ser propietarios de nuestras viviendas.
Patria, socialismo y 12 muertos y 57 heridos.
Luego de 11 larguísimos años de gobierno, no hay una autoridad competente para terminar con la matanza que cada día enluta algún hogar venezolano.
Esta semana continuó la vergonzosa plomazón en diversos penales.
Tanques, aviones, ametralladoras AK47 y tantos otros juguetes bélicos que ha comprado el gobierno no sirven para poner orden en las cárceles venezolanas ni para luchar contra el flagelo de la inseguridad.
¿Para qué sirven, para echárselas de gran cosa?
El cambur de Zelaya.
Esta semana el ex presidente Manuel Zelaya vino a Caracas a buscar su cambur. Salió muy contento, con un sueldo en dólares, avión de PDVSA asignado, como si fuera un ministro de la cuarta… El cambur que le dieron es de Coordinador Jefe del Consejo Político de Petrocaribe. Estas sinvergüencerías bolivarianas se acabarán cuando lleguemos a la Asamblea Nacional.
Ni un dólar venezolano se gastará sin que los venezolanos le veamos el queso a la tostada.
Basta de regaladera.
Ahora los venezolanos le pagamos el sueldo a Zelaya.
El drama de querer ser dueño.
La invasión a la propiedad de los padres de Valentina Quintero (Tony, 85 años y Ana, 77 años) en Caruao esta semana, nos pinta perfectamente el drama que vive Venezuela.
Dos personas decentes decidieron hace 15 años comprar 3 hectáreas de tierra en Caruao y vivir allí sus años dorados, integrándose a la comunidad y desarrollando la tierra con cultivos frutales y medicinales.
Sin embargo, el discurso del odio y la división les da la idea a 60 familias de invadir, usando la violencia, la intimidación, además de la tala y la quema del terreno invadido, como si estuviéramos en el lejano oeste.
Ninguna autoridad en el estado Vargas supo, pudo o quiso atender a los afectados. ¿Qué panorama tendremos dentro de algunos meses? Unos cuantos ranchos y una tremenda frustración por parte de esas 60 familias que hoy invadieron.
Estas acciones destruyen el futuro de invasores y de invadidos, ponen en serio riesgo el potencial turístico de Caruao y por supuesto reducirán las oportunidades de empleo.
No puedo sino recordar el discurso presidencial, explicando que compró un terreno para cuando se retire. Un sueño que no pueden completar los Quintero.
La Unidad.
Las reglas de juego están hechas para que solo pueda haber dos equipos compitiendo: gobierno y oposición.
No cabe un tercer equipo. Es imposible un juego de beisbol con Caracas, Magallanes y Tigres. Con la Asamblea Nacional es igual. Por eso, quienes pensamos distinto al gobierno tenemos que construir una sola plataforma.
Sin embargo, hay muchos que su juego es lograr el fracaso de la unidad. Hablan en nombre de la voluntad popular, pero en realidad lo que hacen es crear ruido, división y cizaña.
Lamentablemente, esto produce que la opinión pública se angustie y dude sobre la posibilidad de lograr la unidad.La unidad se va a lograr, a pesar de la oposición de la oposición.En septiembre vamos a abrir todos una puerta al futuro.

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