Derribando muros!

Estamos en el año en el que celebraremos los 20 años de la caída del muro de Berlín, cuando los jóvenes decidieron poner fin al comunismo en Europa. Como sabemos, la reacción inicial de este evento fue proclamar el fin de la historia y la inauguración de una nueva era lineal. Igualmente, se habló del fin de las ideologías y también, por supuesto, del fin de los partidos políticos.



Sin embargo, en los últimos años ha tenido como característica de la región el exacerbamiento del liderazgo personalista y caudillista, que la consolidación de democracias con partidos e instituciones fuertes. Pero a pesar de este acento en lo personal, en el liderazgo personalista, las diferentes legislaciones de América Latina han promovido cambios destinados a fortalecer a los partidos políticos como concepto. En términos generales veníamos de épocas en las cuales el financiamiento, el apoyo institucional, el reconocimiento legal y el acceso a los medios eran prácticamente negados en la región.

Ahora el cuadro es diferente:
Entre las características formales más relevantes encontramos:
1.- En relación con el tipo de sistema de financiamiento, predomina en toda la región (salvo en Venezuela) el sistema de financiamiento mixto, es decir en el que los partidos políticos reciben tanto fondos públicos como privados para financiar sus campañas electorales y/o para sufragar los gastos de funcionamiento ordinario de dichas fuerzas (94% de los países).

2.- En la mayoría de los países (menos Venezuela) se otorga a los partidos políticos acceso gratuito a los medios de comunicación estatal, privada o a ambos, predominando el acceso gratuito a los medios de comunicación del Estado durante la vigencia de la campaña electoral, incluso fuera de la campaña.

3.- Finalmente, en la mayor parte de los países se prevé un régimen de sanciones, dirigido a castigar la inobservancia de la legislación sobre el financiamiento de los partidos y de las campañas electorales (78%).

Ahora bien, ¿qué pasó que mi país cambió de ser exportador de democracia en los 80 y 90, y ahora es un país que se quedó atrás con respecto a América Latina y necesita importar democracia en toneladas industriales?

En Venezuela se comenzó a dar un proceso simultáneo: los partidos se hicieron todopoderosos y comenzaron a degradarse y a divorciarse del país y el país comenzó a destruir a los partidos. En 15 años, Venezuela sufrió dos tsunamis económicos, dos golpes de Estado, un estallido social, la derrota del bipartidismo, dos presidentes de 80 años y luego, por supuesto, Chávez.

Pero, frente a este veneno histórico que les estoy relatando, hay un antídoto en el cual creo profundamente: partidos políticos, fuertes, modernos, complementarios y promotores del tejido social de una fuerte sociedad civil, democráticos, creativos, y útiles a la sociedad. Por ello, hoy más que nunca, hay que seguir derribando los muros que nos separan y construir sobre lo que nos une, una Venezuela para todos, por igual.

Copyright ©2009 Julio Borges
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